Al hacer un balance de estos 9 meses -desde que asumiera el Presidente Gabriel Boric- vemos con mucho optimismo que el accionar ambiental del año 2022 estuvo marcado por los avances en el cumplimiento de los compromisos contenidos en el programa de gobierno, así como también de nuevos desafíos que han ido surgiendo en las distintas dimensiones del quehacer de la SEREMI del Medio Ambiente RM.
En mayo fue aprobado el Acuerdo de Escazú en el Congreso, siendo posteriormente promulgado el 25 de octubre de este año. Este es el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe y el único en el mundo que protege a las y los defensores del medioambiente, además de establecer las condiciones para que la democracia ambiental constituya una política de Estado. De esta manera, y tal como lo expresó la ministra Maisa Rojas, este Acuerdo entrega los mecanismos efectivos para enfrentar la triple crisis planetaria que estamos enfrentando: la crisis climática, de contaminación y pérdida de biodiversidad, y también la crisis social.
El Acuerdo de Escazú establece, en su artículo 9º, la obligación de garantizar “un entorno seguro y propicio en el que las personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales puedan actuar sin amenazas, restricciones e inseguridad”, y por ello en estos meses trabajamos -en conjunto con la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia- en la creación del “Protocolo de Protección de los defensores de Derechos Humanos, el Medioambiente, comunicadores y operadores del sistema de justicia”, que buscará -a través de una Subcomisión- establecer los mecanismos que protejan a las personas que participen en actividades de defensa y promoción de los Derechos Humanos y ambientales.
Este Protocolo fue presentado en la COP27 ante la comunidad internacional junto con tres comunicaciones de Chile que refuerzan nuestro compromiso con la acción climática y que ponen a nuestro país a la vanguardia a nivel global: el reforzamiento de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), el Quinto Informe Bienal de Actualización (5IBA), y nuestra primera Comunicación de Adaptación.
En el año 2020 Chile entregó la primera versión de su “Contribución Nacional Determinada” o NDC, que es el documento mediante el cual los países comprometen acciones concretas para reducir las emisiones al año 2030, con el fin de cumplir la meta global establecida en el Acuerdo de París en 2015. Cómo los avances en la reducción de emisiones han sido muy lentos, en la COP26, realizada en Glasgow, se hizo un llamado a los países a revisar y fortalecer sus NDC hacia finales de 2022, para acercarnos más decididamente al cumplimiento de los objetivos propuestos.
En este contexto, nuestro compromiso es ampliar en al menos 1 millón de hectáreas la actual superficie de protección oficial de ecosistemas terrestres y acuáticos continentales al 2030, y trabajar para que todas las áreas protegidas públicas cuenten con planes de manejo vigentes, es decir, pasar del actual 30% al 100%, los que incluirán medidas de adaptación al cambio climático. En este reforzamiento de la NDC se han actualizado las políticas climáticas, incluyendo las obligaciones de la Ley de Cambio Climático y de la Estrategia Climática de Largo Plazo 2050. Además, nos hemos comprometido a revertir la tendencia creciente de las emisiones de metano al 2025.
Por otra parte, Chile presentó en noviembre de este año el Quinto Informe Bienal de Actualización (5IBA) -siendo el segundo país en publicar los cinco informes y en el período correspondiente- documento que contiene el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI). Las emisiones de GEI totales del país alcanzaron 55.825 kilotoneladas de dióxido de carbono en 2020, observándose una disminución de un 4% respecto del 2018, que se explica por la pandemia y por la mayor participación de fuentes renovables en la generación eléctrica, tales como las tecnologías eólicas, solares, geotérmicas y la minihidro, quedando aún mucho por hacer en la disminución de las emisiones, y aumento de la absorción y almacenamiento de carbono.
También se presentó en la COP27 la Comunicación de Adaptación de Chile. En este informe se detallan las principales amenazas, vulnerabilidad y riesgos que enfrenta el país ante el cambio climático. Chile muestra una tendencia al alza de las temperaturas, para el periodo 2035-2065, con aumentos entre 1,15 °C y 2 °C, con respecto al periodo histórico de 1980-2010. La Ley Marco de Cambio Climático de nuestro país, ha entregado las herramientas necesarias para avanzar en el fortalecimiento de capacidades de las instituciones públicas, en la instalación y funcionamiento permanente del Equipo Técnico Interministerial de Cambio Climático (ETICC) y los Comités Regionales de Cambio Climático (CORECC), que se están constituyendo en toda las regiones.
Otra tarea que consideramos relevante al hacer el balance anual es el avance en la incorporación del enfoque de género en todo el accionar del Ministerio del Medio Ambiente, tanto en sus políticas, planes y programas, como también en los protocolos y procedimientos internos. Entre junio y septiembre se realizaron diagnósticos en todas las unidades que conforman el Ministerio, y se delinearon las acciones para corregir brechas y desigualdades.
Pero sin duda, el gran desafío de nuestro ministerio -y por el cual este año hemos estado trabajando fuertemente- es el de dotar de contenido al compromiso de “ser el primer gobierno ecologista de la historia de Chile”. En el contexto de crisis climática, de la biodiversidad y la crisis social nos hemos propuesto avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo, en donde el foco cambie hacia un desarrollo inclusivo y ecológicamente sostenible, poniendo en el centro a las personas y ecosistemas.
Para ello, hemos acuñado el concepto de Transición Socio-Ecológica Justa (TSEJ), un proceso de empoderamiento colectivo y participativo, a través del cual promovemos que la sociedad chilena inicie un trayecto de transformación, desde un modelo vulnerable a la crisis climática y ecológica -centrado principalmente en actividades económicas extractivas y con una distribución desigual de la riqueza y las cargas ambientales- hacia una sociedad resiliente que fortalezca y desarrolle sectores productivos innovadores y sustentables, para avanzar hacia una nueva economía, que genere redistribución de la riqueza, trabajo decente, maximice el bienestar de la población y restablezca el equilibrio ecológico del territorio.
Este camino lo estamos construyendo en conjunto con todos los servicios públicos y organizaciones, y desde el territorio, porque si queremos ser el primer gobierno ecológico para Chile debemos garantizar que el cambio social necesario para la protección de la naturaleza se realice de manera justa, de manera que los costos no los paguen los mismos de siempre, los más vulnerables, y los beneficios se distribuyan sin discriminación en toda la sociedad.
Por ello, en la Región Metropolitana, como Seremi del Medio Ambiente y con el apoyo de las Delegaciones Presidenciales Provinciales, instalamos las Mesas Ambientales Provinciales, que permitieron levantar las problemáticas y conflictos de cada territorio y buscar las soluciones en conjunto con las autoridades municipales, además de darle seguimiento. En el área de Educación Ambiental, publicamos la “Guía de apoyo docente en biodiversidad de la RM” y el “Mapa de Educación para la Biodiversidad de la RM” para profesores y estudiantes, ambas en formato descargable. Realizamos la 10º Feria Regional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad, dos concursos regionales de Comics y Lyrics para estudiantes de enseñanza media, cuyos trabajos ganadores están publicados en nuestras redes, además de múltiples talleres y seminarios para funcionarios municipales, profesores y comunidad en general, donde se abordaron las temáticas de Calidad del Aire, Cambio Climático, Biodiversidad y Economía Circular.
Con orgullo podemos decir que hoy, 49 de los 52 municipios de la Región Metropolitana alcanzaron su Certificación Ambiental Municipal (SCAM) y 124 establecimientos educacionales se sumaron a los 368 que actualmente están en el Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SNCAE).
En materia de calidad del aire, se implementaron 179 PCE (Programa de Compensación de Emisiones) que significó el retiro de 157 ton/año de material particulado en la RM, esto por el recambio de calefactores a leña, instalación de áreas verdes y forestación, pavimentación de calles y la chatarrización de motores. También este año elaboramos la Hoja de Ruta de Economía Circular de la Región Metropolitana, que nos permitirá guiar la gestión de residuos y el reciclaje y establecer un calendario de acciones para alcanzar las metas propuestas al año 2040.
En resumen podemos decir, que este 2022 iniciamos el camino hacia la Transición Socio Ecológica Justa de Chile, con la fuerte convicción de que es el camino correcto para enfrentar la triple crisis planetaria, una ruta que no tiene vuelta atrás, y que solo nos proyecta buenos augurios para nuestro país y sus habitantes.